Juego de Querubines [-1]

La reina querubín debe intentar rescatar a niños cautivos en lugares a los que ni siquiera Dios puede llegar. Busca distintas maneras de comunicar los gritos y los silencios... los dientes arrancados, los ojos desgarrados y las extremidades cortadas para drenar el loosh.

Le piden al elegido de Dios que rece por los niños y él se niega, aunque normalmente lo haría, pero después de la última vez se dio cuenta de que solo estaban abusando de su virtud para acabar también con la esperanza de los niños. «Eres un monstruo», dice Lira... «No soy un monstruo... los monstruos son quienes hacen estas cosas... solo estoy tomando una decisión difícil».

Si conseguimos evitar que se descontrolen aún más, independientemente de los gritos o de lo que hagan, al menos sabrán que pronto sufrirán aún más de lo posible, para que ellos mismos sufran lo que les hicieron pasar a estos niños.

Porque incluso cuando reza a Dios, puede sentir que lo que se hace pasar por Dios se interpone en su camino cuando se inclina atribuyéndose el mérito de ser Dios... pero ¿qué Dios bueno haría cosas así a los niños... solo para decir que hay que hacerlo?

La única razón por la que quieren que Dios aparezca es para... enternecer a los niños y elegir un sacrificio... así que... bien podrían morir todos...

Todo es cuestión de negociación...

[S&Y -1]