Sangre vital Leche de navaja

8点∀ Asesino

Una chica completamente cubierta de cicatrices en todas las zonas que se pueden ocultar, como si nunca llevara otra cosa que no fuera ropa que le cubriera todo el cuerpo. Es "normal" con los demás. Ni muy animada, ni muy aburrida... simplemente... normal... pero en cuanto entra en un lugar privado... su brillo se atenúa...

Se quita la ropa y se corta frente al espejo. Se ve a sí misma y la sangre que le gotea por el cuerpo. La cuchilla que usaba hace un ruido como si la sacaran de su vaina mientras llora con sus lágrimas habituales... estas lágrimas... eran de sangre...

La navaja, como un espejo, refleja la imagen de su llanto y, al notarlo, cobró vida...

No comprendía el significado de la hoja de afeitar, pero sabía que estaba viva. Por eso, la llevaba siempre colgada al cuello como un collar.

Lo que ella no sabía era que ese sería el último día que se autolesionaría.

Cada vez que se topaba con un chico o una chica que lidiaba con el mismo problema, Shing afilaba la navaja mientras el zumbido en su oído se intensificaba. Arrojada al campo de batalla, la navaja hablaba en ese plano y decía: «Es hora». Entonces, se la quitaba del cuello y esta se reducía de tamaño hasta ocupar aproximadamente la mitad de su cuerpo.

Su trabajo consistía en matar el deseo que había dentro de esos individuos, haciendo que el hierro de la navaja penetrara en su sangre a través de la conexión humana, limpiándolos así del odio que sentían por sí mismos, inculcado por su situación social.

Al final, sienten que se les quita un peso de encima y miran hacia atrás como si un ángel o algún demonio les hubiera arrebatado el dolor y les hubiera brindado un verdadero alivio al ver la normalidad de una multitud que se aleja. La chica también está entre la multitud, pero... ella es... normal...